Y lo mejor de estar recostado allí con los ojos cerrados,
No fue escuchar las hojas de los árboles moverse,
Ni el suave perfume que venía hasta mi nariz,
Ni sentir la tibieza del sol en mi cuerpo,
Sino que al abrir los ojos,
Estaba ella.
No fue escuchar las hojas de los árboles moverse,
Ni el suave perfume que venía hasta mi nariz,
Ni sentir la tibieza del sol en mi cuerpo,
Sino que al abrir los ojos,
Estaba ella.
4 comentarios:
Mamá: ¿vamos a la pollería?
Julia: ¿eh?
¿en la pollería venden polleras?
Me da ganas de ir a bahía y volver a vivir todos los dias esa situacion que describiste ¬¬
Julia quiso decirte que estás re pollera
(L)(L)(L)(L)
Que sueños mas copados que tenes :)
Uh, qué pasional este blog!!! :P
Che, después tenés que darme unas clases de redacción porque soy un desastre :S
Hace ratazo que no como caramelos de limón.
Un abrazo cabrón!
Nano
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