jueves

Es "la calma que antecede al huracán" quizás la que más disfruto.

Me revuelco de risa -en rincones interiores- al observar la preocupación de los demás, esos que no saborean la espera; no saborean, justamente, la "calma".

Porque el "huracán" ya vendrá, oh sí, y nada puedo hacer, más que afrontar su llegada con la enorme satisfacción de ignorar el futuro que me depara.

Luego...el desastre lo borra todo, un nuevo amanecer.

Comienzo a creer que una parte de mí realmente se aburrirá hasta el próximo "huracán".

6 comentarios:

Estamos Jugados dijo...

La verdad que yo no entiendo como carajo el aburrimiento tiene un papel principal hoy en día. Tenemos millones de cosas para hacer y nos aburrimos igual! Será que falta creatividad.
Un abrazo tota! Me voy a tirar un rato que tuve una semana agitada y tengo el cansancio acumulado.

Nano

Julio dijo...

¿Pero al final, saboreás la "calma", y después te aburre?
¡Consistencia, Mauro Nicolás!

Nico. dijo...

Porque en la calma posterior al huracán todo vuelve a la rutina, y aquellos hipócritas, antes preocupados, se pasean mostrando su plena "felicidad" (momentánea.)

Andrea dijo...

No es de hipócrita, si tenés problemas y después se pasan no está mal estar feliz y manifestarlo :P
Y a veces la felicidad no es momentánea, se puede tener problemitas e igual seguir siendo feliz :D
(andrea positiva)

Z dijo...

Andrea tiene problemas, babea, pero igual es feliz.

Cielo dijo...

hola ^^ estas al lado miooo
jaja bueno, tu teclado no me quiere ¬¬
chau =)