Como esas veces que uno va por la calle (o por la vereda) y escucha a la gente opinar, quejarse, gritar; y se siente raro, y una vocecita adentro retumba gimiendo:
CÁLLENSEN
porque uno viene bien viendo el sol brillar (o la lluvia caer), y oír el chillido de individuos que, a pesar de los años, no han aprendido a vivir, realmente afecta para mal la propia capacidad de disfrutar.
Y, qué ironía, tantos otros individuos que uno quiere que nunca, nunca callen...
sábado
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1 comentario:
Porque siempre son ellos. Siempre hablando, siempre corroyendo, siempre erosionando. Y sin embargo su silencio tambien molesta. Capaz son ciertas voces las que vale la pena escuchar.
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